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¿Me haces caso?

30/11/2017

¿Me haces caso?  El derecho de los niños pequeños a participar en las decisiones que les afectan

Cuadernos sobre Desarrollo Infantil Temprano (Fundación Bernard van Leer). Gerison Lansdown. 2005

«Yo no sé nada de mis derechos, pero tú no sabes nada de mi vida« (niño de 6 años de Bangladesh. Unicef, 2003. Children and young people´s perceptions on implementación of the Convention on the Rigths of the Child)

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Los niños pequeños son comunicadores instintivos. Lamentablemente, no todos los adultos son oyentes instintivos. Las sociedades están obligadas a crear espacios en los cuales los niños pequeños puedan ser escuchados. En esta excelente monografía se abordan también las oportunidades para la participación de los niños en el ámbito de la salud y los servicios sanitarios. Destacamos aquí algunos de estos aspectos.

Los niños, hasta los muy pequeños, pueden describir lo que les gusta o no (y explicar por qué) de la atenciòn sanitaria que reciben y son capaces de proporcionar ideas para tener menos miedo y angustia, siempre que se les preste apoyo adecuado, información y la posibilidad de expresarse del modo en que ellos son competentes (dibujos, fotos, juegos) y también participando en formas convencionales de consulta (debates, entrevistas). El grado de comprensión y responsabilidad sobre los cuidados médicos que reciben aumenta en función del esfuerzo que se pone en informarles adecuadamente, del aumento de sus experiencias personales, unidas a las esperanzas que se depositan en él y al aliento que se le da.

En una investigación llevada a cabo por Alderson en 1993 con niños diabéticos se demostró que todos tenían habilidades como las de hacerse análisis de sangre, inyectarse insulina, comprender la necesidad de aplicar restricciones alimentarias, interpretar sus sensaciones corporales, rechazar golosinas, hacer frente al hecho de ser diferentes o afrontar las visitas médicas. Sin embargo, rara vez los padres y los profesionales involucran a los niños pequeños en sus tratamientos. Cuando se hace, los beneficios son contundentes: se les infunde confianza, se alivia su ansiedad y se mejora su capacidad de afrontar los tratamientos, se estimula su cooperación y su comprensión sobre las necesidades del tratamiento, se sienten más respetados y se evitan algunos miedos innecesarios.

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