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Humanización de la asistencia en las unidades de cuidados intensivos pediátricas y neonatales

30/05/2014

El pasado año ya publicamos un «post» en relación con este tema y el acuerdo al que se llegó en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud celebrado el 23 de julio de 2013 para impulsar y armonizar la humanización de la asistencia en las unidades de cuidados intensivos pediátricas:

Unidades de cuidados intensivos pediátricos y neonatales abiertas 24 horas para las/os madres / padres

El origen de esta iniciativa partió de una madre cuyo hijo precisó ingresos frecuentes en la UCI, donde lo ne permitían estar con él más que en un horario restringido de visitas:

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Hoy os traemos el «Décalogo» con el que las Comunidades Autónomas, en el marco de sus competencias, acuerdan impulsar las siguientes medidas para mejorar la calidad y calidez de la atención a la población menor de 18 años hospitalizada en los centros del SNS:

  1. Establecer una política institucional que garantice que los niños y niñas hospitalizados en las UCIs pediátricas y neonatales puedan estar acompañados por su madre, padre o familiar, reconociendo el papel esencial que tienen durante el ingreso del menor.
  2. Promover que la madre/padre que lo desee pueda permanecer con su hijo/a las 24 horas del día, y acompañarle durante la realización de pruebas médicas dolorosas y estresantes con el fin de reducir su grado de ansiedad, sin interferir en el trabajo profesional.
  3. En los recién nacidos/as se favorecerá el contacto piel con piel y la interacción con sus madres y padres el máximo tiempo posible, ya que se han mostrado beneficios para ambos.
  4. Impulsar la creación de Bancos de leche materna en los servicios de neonatología de los principales centros hospitalarios.
  5. Ayudar al aprendizaje y participación de la familia en los cuidados y la toma de decisiones e informarles de sus derechos y de sus hijos.
  6. Promover la sensibilización, la formación y actualización de conocimientos en lactancia materna y la importancia del papel de la madre/padre en el equipo profesional asistencial.
  7. Garantizar la continuidad asistencial durante el proceso de embarazo, parto y puerperio.
  8. Ofrecer información y apoyo a las madres y padres que tengan ingresados a sus hijos/as.
  9. Desarrollar políticas y prácticas hospitalarias que favorezcan la Iniciativa de hospitales y unidades neonatales amigas de la madre y niño/a de acuerdo con UNICEF y OMS, como la IHAN (Iniciativa para la Humanización de la asistencia al Nacimiento y la lactancia).
  10. Incluir estas medias en los protocolos de atención de las citadas unidades pediátricas y neonatales del conjunto de hospitales del SNS, velando por su cumplimiento.

Piel con piel  UCI pediátrica

Si quieres conocer la introducción y motivos de este acuerdo así como el marco legislativo a nivel internacional y nacional puedes seguir leyendo.

INTRODUCCIÓN

Si bien se ha avanzado en los últimos años respecto a la entrada y participación de las madres y padres en las unidades de cuidados intensivos pediátricas y neonatales, resulta muy insuficiente en comparación con la mayoría de países de nuestro entorno como Alemania, Francia, Reino Unido, Bélgica, Dinamarca, Holanda, Noruega, Suecia. Además, en nuestro país se observa una gran variabilidad entre los distintos hospitales, que plantea serias dificultades a las familias para el acompañamiento de sus hijas e hijos ingresados, que sufren esta limitación como una vivencia negativa tanto en el plano emocional como en la evolución del tratamiento y recuperación. Por otro lado resulta necesario actualizar protocolos que tomen en consideración las recomendaciones de la evidencia científica y sean garantía de los derechos ciudadanos.

Son muchas las causas dadas para justificar la entrada limitada de los padres pero ninguna se sostiene desde la evidencia científica. No hay ninguna base científica para separar al niño/a de su familia, y por otro lado existe base legal que reconoce su derecho a estar acompañado por su madre y padre. La recuperación de su papel como cuidadores no debiera necesitar justificarse tanto desde la evidencia científica como desde el sentido común y derechos ciudadanos, y no resulta fácil de explicar por qué se mantienen estas limitaciones en España.

Cuando un niño/a esta enfermo, la familia en muchos casos, además de tener que asumir que puede verse comprometida su supervivencia, tiene que afrontar la separación y la dificultad para tener contacto físico y poder interaccionar. Son momentos muy intensos en los que afloran sentimientos de incompetencia, culpabilidad, miedo, pérdida de control o incapacidad. Son numerosos los trabajos que muestran preocupación sobre las necesidades de niños hospitalizados y sus familias y demuestran los beneficios derivados a nivel psicofísico de los padres y de sus hijos.

La mayor preocupación de los servicios sanitarios para imponer la separación fue evitar infecciones por lo que parecía primordial limitar el contacto físico familia-paciente. Pero en la actualidad, en ningún metanálisis, revisión ni ensayo clínico se ha demostrado efectos no deseables en la entrada libre de las madres y padres a las UCIs pediátricas y neonatales, sino por el contrario una disminución, puesto que se han estudiado los beneficios de la implicación de la madre y padre en el cuidado de sus hijos durante el ingreso. Entre otros:

  • Las madres y padres se sienten mejor y les ayuda a disminuir su grado de ansiedad.
  • Mejora la calidad del vínculo con el hijo/a y la calidad de la interacción.
  • Mejora el grado de satisfacción de su experiencia en la UCI y la relación con profesionales.
  • Aporta a las familias facilidad para cuidar de su hija/o no sólo durante el ingreso, también en su hogar mejorando el ambiente familiar.
  • En neonatos, facilita la práctica del método canguro que conlleva efectos de mejora en la estabilidad metabólica y hemodinámica del bebé, la lactancia y su duración, el desarrollo psicomotor y neurosensorial, la analgesia y la disminución del llanto y de las infecciones.

También es importante señalar que mejora la relación, comunicación y colaboración de las familias con los y las profesionales.

MARCO LEGISLATIVO

El marco legislativo, institucional y de referencia para la propuesta que se presenta, contempla las distintas declaraciones y acuerdos, nacionales e internacionales, que se recogen a continuación.

La Convención sobre los Derechos del Niñode Naciones Unidas, en vigor desde el 2 de septiembre de 1990, recuerda en su Preámbulo que en la Declaración Universal de Derechos Humanos las Naciones Unidas proclaman que la infancia tiene derecho a cuidados y asistencia especiales; que el niño o niña necesita protección y cuidados especiales tanto antes como después del nacimiento; que debe crecer en el seno de la familia, y que la familia debe recibir la protección y asistencia necesaria para poder asumir plenamente sus responsabilidades en relación los menores.

En su artículo 3 la Convención señala que en todas las medidas concernientes a la infancia que tomen las instituciones públicas o privadas, se atenderá el interés superior del niño/a; que los Estados Partes se comprometen a asegurar al niño/a la protección y el cuidado, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus madres y padres; que los Estados Partes se asegurarán de que las instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de la infancia cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente, entre otras, en materia de sanidad.

El artículo 5 apunta que los Estados Partes respetarán las responsabilidades, los derechos y los deberes de los padres y madres. El artículo 7 indica que la criatura recién nacida será inscrita inmediatamente y tendrá derecho desde su nacimiento a, entre otros, ser cuidado por su madre y padre. El artículo 9 señala que los Estados Parte velarán por que el niño o niña no sea separado contra la voluntad de su madre o padre. El artículo 18 propone que los Estados Partes garanticen el reconocimiento del principio de que ambos padres tienen obligaciones comunes en lo que respecta a la crianza y el desarrollo de sus hijos, así como prestarles la asistencia apropiada para el desempeño de estas funciones y servicios para el cuidado de los hijos.

La Carta Europea de los Derechos del Niño Hospitalizado, adoptada en 1986 por unanimidad del Parlamento Europeo, Consejo de Europa, UNICEF y la OMS, proclama entre otros especialmente, el derecho a estar acompañado por su madre, padre o persona que los sustituya, el máximo tiempo posible, como cuidadores principales y no como meros espectadores pasivos. Y a recibir tratamiento o la realización de exploraciones y pruebas clínicas con la información previa, el consentimiento y la participación de la madre o padre.

También constituye un marco de referencia la Estrategia de Atención al Parto en el SNS que lidera el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e igualdad, en colaboración con todas las entidades implicadas en este ámbito: Comunidades Autónomas, sociedades científicas y profesionales, y organizaciones sociales y de mujeres, que se viene desarrollando desde octubre de 2007. Su objetivo es mejorar la calidad y calidez de la atención al parto, nacimiento y primera etapa de la vida, basada en el mejor conocimiento disponible, centrada en las necesidades y circunstancias de las personas usuarias, y orientada a promover una vivencia humana, íntima y satisfactoria.

El II Plan Estratégico Nacional de Infancia y Adolescencia (II PENIA), aprobado por Acuerdo del Consejo de Ministros de 5 de abril de 2013 para el periodo 2013-2016, da continuidad al I PENIA que surge como respuesta a la recomendación del Comité de los Derechos del Niño de 2002 en la que se subrayaba la necesidad de formular una estrategia global para la infancia sobre la base de los principios y disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño.

El II PENIA constituye un marco de cooperación de todas las Administraciones Públicas y de los agentes sociales implicados en la defensa de los derechos de la infancia. Su aprobación supone una apuesta estratégica y de legislatura de situar a la infancia como prioridad de la agenda política. En él se definen de forma consensuada las grandes líneas estratégicas de desarrollo de las políticas de infancia con el objetivo final de dar un efectivo cumplimiento a la Convención sobre los Derechos del Niño.

Su Objetivo 7, de Salud Integral, indica promover acciones para alcanzar el máximo desarrollo de los derechos a la salud de la infancia y la adolescencia, desde la promoción hasta la rehabilitación, dando prioridad a las poblaciones vulnerables. En su apartado 7.13 plantea “Mejorar la calidad en la atención en la hospitalización de las unidades pediátricas” especificando “Impulsar la atención de los menores hasta los 18 años en la hospitalización de las unidades pediátricas” y “Fomentar el acompañamiento por la madre, padre o familiar, participando activamente en los cuidados, y colaborando con los profesionales en la realización de pruebas diagnósticas o intervenciones terapéuticas en cualquier modalidad asistencial, siempre que su estado no lo contraindique.

El II PENIA está dirigido a la población menor de 18 años, de acuerdo con lo previsto en el artículo 12 de la Constitución Española y el artículo 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño.

3 comentarios leave one →
  1. Mercedes García Ayuso permalink
    16/03/2016 12:51 pm

    Buenas tardes
    Conocí esta iniciativa a través de una ponencia realizada por Gracia Maroto y ahora leo los avances y como ha ido ampliándose. Hasta ese momento no había recapacitado sobre el proceso de ‘deshumanización’ que había ido experimentando el proceso del parto en España. A partir de los años 70, cuando se institucionaliza y se instaura un modelo biomédico de atención sanitaria, se empieza a dejar un poco al margen la dimensión psicológica y social del parto. Es evidente que se consiguió que la mortalidad materna y neonatal en España se redujera drásticamente, pero también derivó a mi entender en un alto intervencionismo en partos de riesgo, la separación sistemática de los niños de las madres, mayor lactancia artificial por la presión de la industria de leches artificiales, etc… y en insatisfacción en gran parte de la población en cuanto a la calidez en el trato, en la información y en el vínculo madre hijo en los primeros momentos de vida que se alejaba del principio del Interés superior del niño que marca la CDN.
    Esta iniciativa de mejorar la calidad de la atención perinatal y la de los niños ingresados en las unidades de cuidados intensivos y sus familias, en Andalucía, impulsada por la Consejería de Salud, Igualdad y Políticas Sociales, me parece una mejora papable de la atención prenatal, salvaguardando el derecho que tienen los recién nacidos a estar con sus progenitores en el hospital en todo momento propiciando el vínculo con ellos y los cuidados más adecuados. A mi entender todo ello redunda en favor del menor, con evaluaciones de los facultativos en presencia de los padres, que se propicie el contacto precoz piel con piel tras el parto, que la unidad neonatal para niños prematuros esté abierta 24 horas a los padres o, de cara a la lactancia se promueva que los centros se acrediten como IHAM – UNICEF, Hospitales Amigos de los Niños con una serie de compromisos. Enhorabuena por este enfoque seguro medicamente y mucho más natural para el niño y su familia.

    Mercedes García Ayuso

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  2. María Cid Martín permalink
    17/03/2016 8:24 pm

    Estoy de acuerdo con la compañera en el drástico cambio que ha supuesto el pasar de dar a luz en las casas a los hospitales, así como los logros en supervivencia y menor riesgo y los perjuicios como el menor contacto madre-hijo o provocaciones del parto para regular el día del nacimiento. También en que se trata de una medida seguramente aplaudida por la mayoría, tanto las familias como los profesionales.
    Sin duda es antinatural esa separación obligatoria a la que eran sometidos los padres, además de hacer más complicada aún la situación teniendo que ajustarse a unos horarios preestablecidos. Sin embargo me llama la atención que hospitales tan frecuentados en Sevilla como el Virgen del Rocío o el Macarena no estén entre los centros acreditados o en proceso de acreditación, siendo el primero referencia en varios estudios y tratamientos infantiles. Espero que pronto implanten esta medida y que se haga extensiva a todo el sistema sanitario. ¡Enhorabuena!
    http://www.ihan.es/centros-sanitarios/registro-de-hospitales/

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